Quisiera empezar una campaña contra la idea de "niños deseados". La frase
es peligrosa para los niños, incluso en dosis pequeñas. La gente que usa la
frase en su esfuerzo para controlar el crecimiento de la población o vender
programas de planificación familiar tienen buenas intenciones, pero están
sembrando las semillas de una sutil destrucción.
La corrupción que se implica es bastante sencilla de ver. Si empezamos a
hablar y pensar en un niño como un "niño deseado", no se puede evitar el
crear la idea de que los niños existen y tienen el derecho a existir solo
porque alguien los quiere. Y ciertamente, la conclusión opuesta también
está ante nuestros ojos: si un "niño no es deseado", no tiene derechos.
Es destructivo para la vida familiar siquiera el pensar en estas categorías
de niños deseados y no deseados. Usando estas palabras se coloca a los
padres en un posición de excesivo poder, incluyendo el poder psicológico.
De alguna forma, el niño se mide por las actitudes de sus padres y se define
por los sentimientos de los padres. Normalmente, nosotros deseamos objetos
y desearlos o no, implica que somos superiores o al menos que estamos
relacionados de una forma unilateral con ellos.
De forma similar, los hombres han "deseado" a las mujeres a través de los
tiempos; muchas veces, la posición de una mujer era precaria y se basaba en
ser deseada por algún hombre. La mujer no deseada podía se expulsada cuando
ya no era un objeto deseable. Ella no tenía una dignidad intrínseca más allá
del deseo. Eso es a lo que se refieren las protestas contra ser un objeto
sexual.
Bien, hablar de "niños deseados" es hacer de los niños un "objeto lúdico".
Cuando quieres uno, lo haces o lo compras, y entonces tiene el derecho a
existir como una forma glorificada de propiedad. Y pobre del niño que ya no
es deseado, o es imperfecto de alguna forma. Así podríamos preguntar ¿Está
satisfecho el señor? Si no, la mercancía se puede devolver, usted sabe.
El punto que quiero aclarar, por cierto, es la vieja idea en nuestra cultura
común de que cada humano tiene derechos inviolables y dignidad sin importar
nada más. Si eres un judío y no te quieren en la Alemania Nazi, es una
vergüenza para Alemania. Si eres negro y no te quieren en el club es un
crimen del club. Si eres mujer y no te quieren en tu trabajo, es culpa de
ellos. No se puede permitir que los que tienen poder (incluyendo los
padres) deseen o no deseen gente a su voluntad.
En la vida familiar, se necesita de forma especial estas ideas únicas de
dignidad inviolable y valor intrínseco. Ya que las emociones son tan fuertes
y las necesidades de dependencia son tan urgentes, la tentación de evadirse
está siempre presente. No siempre nos quedamos porque queremos, o porque
deseamos algo o a alguien. El padre viejo, el cónyuge enfermo, el niño
necesitado no siempre son deseados. Así que ¿qué importa si tu eres
deseado, o si otra gente te quiere? Los seres humanos son seres humanos.
Cada individuo tiene sus derechos. La existencia de un niño es un derecho
por si mismo.
Comentario Ene- 2000
El concepto de niño deseado tiene aparentemente nobles raíces. Evoca en la mente del
público en general una utopía donde todos los niños deseados son adecuadamente cuidados.
La idea de que debemos, sin embargo, ser capaces de destruir un niño en particular porque
no es deseado, es en realidad la idea que subyace en la promoción de este concepto. Como
todas las formas de propaganda, los promotores del término "niño deseado" en realidad
dicen una cosa, mientras quieren decir otra, sabiendo bien que quien escucha la frase
alcanzará la misma conclusión que se planeó. Esta clase de retórica es usada para mover la
opinión pública entre la gente indecisa. Una de las falacias de toda esta campaña es que
sea éticamente aceptable el destruir niños que no son deseados, lo que ignora
completamente el hecho de que son las personas que no lo desean, y no el niño, quienes
tienen una problema de carácter. Esencialmente, castiga al niño por la falla de carácter
de su madre.
Fundamentalmente nada ha cambiado desde que Sidney Callahan escribió este artículo casi
hace tres décadas. El público general todavía se traga la sutil distorsión que fue
originalmente entretejida por los perpetradores de este insidioso término. Este artículo
es tan actual hoy en día como lo fue cuando las Feministas por la Vida empezaron a
distribuirlo inmediatamente después de su fundación en 1972.
Sidney Callahan reconoció que el concepto de un ser humano no deseado destruye la base
misma del feminismo. El feminismo siempre se ha tratado de la lucha por los derechos
fundamentales e inalienables de todos los seres humanos, sin importar que tan pequeños e
indefensos sean. Históricamente, las feministas buscaban proteger los derechos de los
seres humanos menos afortunados antes de empezar a proteger los propios. La misma idea de
que una mujer pueda buscar la destrucción de su más indefenso hijo en vez de luchar por su
propio derecho a existir en los mismos términos que los poderosos machos, es totalmente
antagónico al verdadero feminismo. Las sufragistas se dieron cuenta de esto muy bien, y
hablaron con fuerza contra lo que claramente se percibía como la más sutil forma de
esclavitud que el mundo jamás haya inventado: la esclavitud que causa que una mujer busque
atacarse tanto a si misma como a sus hijos antes que enfrentarse a la injusticia y
reclamar sus derechos.
La historia desde entonces ha mostrado que en una sociedad que pone un premio en desear
a todos los niños a los que les permite vivir, se pone mucho énfasis en producir el niño
perfecto. Lo que parece un movimiento para ayudar a los niños a darse cuenta de todo su
potencial, por ejemplo, con métodos educativos intensivos usados por padres con sus
infantes y bebés que aún no caminan, más bien se vuelve un acto de creación de una pieza
de salón, la cual conseguirá que la gente les dé sus elogios por sus fenomenales
capacidades como padres al haber producido a tal joven genio. La idea de que un niño pueda
necesitar tales métodos, y que el foco debería ser en proveer a las necesidades del niño,
se pierde en cambio. Esto parece una extensión lógica de que todos los niños deberían ser
deseados y tener el mejor ambiente posible.
Parece existir algo tan sobresalientemente elitista en toda esta perspectiva. Parece
haber un fenómeno peculiar de la mujer "Blanca anglosajona protestante". Como tal,
introduce un valor de juicio en las mujeres de color que son incapaces por una razón u
otra de proveer el ambiente perfecto y así asignarles el destino de tener que abortar a
sus propios hijos por la falla en sus hogares para poder llegar a los estándares "Blanca
anglosajona protestante". El hecho de que este estandar invada la psicología de la mujer
que no es blanca o rica es convenientemente pasado por alto. Muchas veces, unida a esta
carga imposible, está la idea de que si la mujer ha sido llevada a las drogas o a abusar
de su cuerpo de alguna otra manera, su hijo estaría mejor muerto. Más seguramente, no
querríamos molestarnos en ayudarla a cuidar de su hijo, o tomar esta responsabilidad
nosotros mismos.
Esto extiende aún más la creciente práctica de destruir a los niños no nacidos de los
cuales se cree que tienen un defecto genéticos. El hecho de todos tenemos al menos cinco
genes defectuosos letales cada uno, se pierde en la confusión. Nuestro propio juicio está
últimamente de espaldas a nosotros mismos.
El resultado de esto ha sido en la creciente actitud de que si un niño nacerá menos que
perfecto y en un ambiente menos que perfecto, el niño está mejor muerto. No podemos
escondernos por más tiempo en el subterfugio de que no es realmente un niño lo que se está
destruyendo en el aborto, ya que la moderna tecnología ha abierto una ventana en el útero.
Al mismo tiempo, algunos padres han hecho un juicio de valor para concluir que ningún niño
preferiría el dolor o el displacer al olvido. Lo que ha pasado en realidad, sin embargo,
es que muchos padres han racionalizado su propia indisposición a luchar con lo que ellos
perciben como incomodidad o dolor emocional, al proyectar al niño sus sentimiento de que
el olvido es preferible. Al mismo tiempo, estos padres fallan en reconocer el dolor que
están infligiendo deliberadamente a sus hijos en el proceso de consignarlos al olvido.
Muchos sienten comodidad en repetirse la idea de que un niño tan pequeño no puede
posiblemente sentir el dolor al ser destruido. Tratar de apuntar que los descubrimientos
más recientes de la ciencia médica indican lo contrario, no sirve de nada. Lo que pasa es
que los padres se convencen a si mismos de que lo que están haciéndoles a sus hijos un
favor, pero, ¿si el niñopudiera expresarse por si mismo, él también, escogerían el
olvido?
Mientras no puedo evitar sentir compasión por padres con un espíritu tan empobrecido,
al mismo tiempo, no puedo condonar su comportamiento. Aún más, tengo que preguntar
seriamente si no debiéramos estar más bien buscando el eliminar los defectos morales más
que los defectos físicos o mentales. Después de todo, ¿cuánto daño puede hacerle a la
sociedad un niño retardado, por ejemplo? Preferiría que nacieran mil niños retardados que
una persona con la clase de moral defectuosa de un Hitler, un Stalin o un Mao.
Así, la práctica de destruir a un niño con defectos genéticos por el bien de la
sociedad está totalmente vacia de una razón. Niega al niño la dignidad natural a la cual
todos los niños tienen derecho. Esto no puede sino minar la causa de la dignidad femenina
también.
La historia, especialmente la historia reciente, es esta llena con ejemplos de este
tipo de pensamiento. El enlace entre este tipo de natalismo y el prejuicio basado en el
sexo o raza es obvio para la persona pensante y sin una agenda personal. Esto ha resultado
en un siglo pasado de increíble destrucción masiva de vidas humanas inocentes, para
vergüenza del mundo. Abruma la mente la idea de que una persona pensante pueda observar
esta historia reciente y concluir que la destrucción masiva de los niños pequeños en el
vientre sea nada más que el último en la larga fila de holocaustos.
La misma idea de que el feminismo podría de alguna manera sobrevivir esta forma de
pensar es completa y absolutamente irracional.
Pat Goltz
Finalmente, deseo presentar unos mensajes que fue originalmente enviado a lo que se
llamó el debate PASS con fecha Diciembre 13 de 1999, por pro-informado:
He escuchado que grupos de apoyo de y para personas con discapacidades están opuestos a
los abortos eugenésicos y algunas veces están incluso opuestos a tratamientos que puedan
"arreglar" sus "defectos". Un ejemplo son los nuevos tratamientos que pueden dar vista u
oído a niños que son ciegos o sordos. Existen personas quienes identifican el deseo de
cambiar a esos niños como un prejuicio.
No puedo hablar por aquellos que utilizan el argumento de no interferir los designios
de Dios... pero aquí está mi opinión no religiosa:
La tendencia a ver a los niños como "productos" sujetos a "control de calidad" se ha
incrementado en nuestra sociedad. La mayor contribución al abuso infantil está en la
noción de que los niños son objetos y que el niño merece el abuso debido a alguna falla
que aparenta. Un ejemplo es la tendencia de los abusadores de menores a esperar un
comportamiento en los niños que no toma en cuenta el desarrollo y las habilidades del
niño. Entonces el abusador se excusa de su abuso al castigar al niño por ser "malo". El
deseo de controlar puede de hecho interferir con el desarrollo de habilidades paternales
positivas como la flexibilidad y la comprensión. Y no olvidemos los accidentes e heridas
que pueden ocurrir luego del nacimiento. ¿Cómo los padres podrán satisfacer su idea de que
tienen el derecho de tener un "producto perfecto" si su hijo desarrolla problemas más
tarde? Existe un peligro real de que este énfasis en el perfeccionismo lleve al
infanticidio legalizado. No olvidemos que el Programa Alemán de Eutanasia no empezó con
Hitler. Fue un deseo por el "perfeccionismo" que llevó al uso de la primera cámara de
gas.
El segundo mensaje fue enviado en Diciembre 12 de 1999 por Anónimo:
¿Niños no deseados = abuso?
A pesar de ser tan común el argumento de que "el aborto previene el abuso infantil",
este es el un slogan por el aborto que nunca tuvo sentido para mi. Vemos el abuso marital
y nos damos cuenta de que el abusador es quien tiene el problema, en vez de culpar a la
víctima por ser una esposa fastidiosa o indeseable. Así que por qué es que se asume
que el abuso infantil es culpa del niño por ser "no deseado"?
Más aún, tal como otra persona pro-vida dice en referencia al abuso infantil:
"Aquí apelo al axioma de la "desgracia": Si A es una desgracia, pero B es
una desgracia aún peor, entonces A todavía es una desgracia.
Pero para seguir argumentando, digamos que el abuso es una desgracia peor que el
aborto. El aborto todavía es una desgracia.
¿Por qué "ninguno de los anteriores" no es una opción en la elección entre la
categoría "Abuso o aborto"? No argumentaremos aquí contra la paternidad responsable o la
adopción, la cual es una elección altamente responsable para una mujer que no quiere a su
bebé.
¿Exactamente como se deduce que una mujer a la que se niega el aborto se comportará
como un monstruo con su hijo día y noche o lo golpeará continuamente, o el niño sufrirá
por el gobierno o los vecinos, etc.? Escuchamos que las mujeres que abortan no son
monstruos, y muchas son buenas, amorosas, sensibles mujeres. No dudamos de esto. Dado
que la gente que me dice esto tiende a concordar conmigo en que la gente que abusa de sus
niños son monstruos, estoy aún más confundida: ¿cómo una mujer amorosa y sensible a la que
se le ha negado el aborto no trataría de evitar golpear a su hijo?
Para continuar con el argumento, sin embargo, supongamos que una mujer amorosa y
sensible tiene un aborto, y se vuelve monstruosa y golpea a su hijo. El abuso infantil es
absolutamente terrible. Mucha gente acaba con cicatrices físicas y emocionales por este
motivo. Mucha de esta gente, sin embargo, no termina suicidándose, lo que indica que
ellos, al menos a cierto nivel, prefieren estar vivos que muertos. Y hablando por mi
misma, si tu me das la opción: "quieres morir ahora, o potencialmente ser golpeado o
asesinado en diez años a partir de ahora?" Yo preferiría disfrutar mis próximos diez años
hasta donde pueda. Reemplaza "diez años" con "nueve meses" y mi respuesta es la
misma."
Gracias a la Srta. Karina Vargas por esta traducción.